Desde el nacimiento de las sociedades anónimas deportivas, la deuda de los clubes de fútbol ha aumentado de 170 millones a 5 mil millones de euros
Iván Higueras. Castellón.
Muchos de nosotros cuando éramos pequeños hemos leído de carrerilla el nombre de nuestro equipo y siempre nos topábamos con unas siglas: SAD. Al principio no sabíamos que significaban pero con el tiempo aprendimos que significaba sociedad anónima deportiva. Un término que nuestros padres y abuelos tuvieron la suerte de no conocer en su niñez.
La sociedad anónima deportiva (SAD) es un tipo de sociedad anónima española que fue creada por decreto de la Ley del Deporte a principios de los 90. A partir de este momento, la ley impuso que todas las entidades profesionales, es decir, de 1ª y 2ª división del fútbol y baloncesto se convirtieran en SAD para poder seguir compitiendo. Sin embargo, todos los equipos que no tuvieran pérdidas cuando se instauró la medida podrían conservar su estructura empresarial de clubes deportivos. Los equipos que tenían esta característica fueron el Real Madrid C.F, F.C Barcelona, Athletic Club de Bilbao y Club Atlético Osasuna.
En 1992, cuando la ley entró en vigor, los clubes de fútbol tenían una deuda de 172 millones de euros. En la actualidad y después de dos décadas viviendo con las SAD, la deuda asciende a 5.000 millones. No hace falta ser un experto para observar el fracaso de una ley que nació para mejorar la transparencia económica y jurídica de las empresas. Se olvidaron del detalle que con este sistema algunos equipos no podrán ser transparentes porque, desgraciadamente, habrán desaparecido como le ocurrió a la U.D Salamanca, o como casi le cuesta la vida al histórico C.D Castellón que, a pesar de estar en una aparente estabilidad deportiva, sigue en la UCI.
Los clubes que se convirtieron en SAD están casi todos en la ruina a causa de esta norma perversa vestida con piel de cordero. Su intención principal fue desde un principio evitar que los clubes grandes que conocemos se pudieran convertir en sociedad anónima deportiva.
La Comisión Europea abrió expediente a clubes españoles, entre los que se encontraban Real Madrid y Barcelona por una presunta infracción de las reglas reguladoras de la libre competencia. Es decir, cuando eres una SAD no puedes recibir ayudas o subvenciones públicas como cuando eres un club deportivo y lo que denuncia la comisión son presuntas ayudas públicas que habrían recibido estos equipos como Madrid o Barcelona. Pero como siempre en nuestro país, los mismos que promulgaron las leyes, defendieron a estos equipos alegando que se quería atacar la "Marca España" por su hegemonía. ¿El argumento de "Marca España'' les suena de algo, verdad?
El doble rasero de las instituciones ha permitido que las desigualdades en la "mejor liga del mundo" hayan aumentado considerablemente. Mientras los del Barcelona o Madrid pelean por banalidades arbitrales, el verdadero fútbol que sienten los aficionados de equipos modestos está muriendo sin que puedan hacer nada. Las SAD implican que los socios no tengan ni voz ni voto en las gestiones del club. Estamos acostumbrados de ver elecciones en Madrid o Barcelona pero en los clubes que son sociedades anónimas deportivas, los socios solo pueden ver cómo juegan con el club de su vida hasta que se cansan de él o directamente lo rompen.
Clubes como el C.D Castellón son un ejemplo de cómo ha perjudicado este modelo injusto que se diseñó para penalizar a quienes mejor funcionaron y ha permitido mantener a los grandes clubes en el chiringuito que ellos mismos se montaron. Tras la llegada de las SAD, el Castellón ha jugado 11 temporadas en 2 división B, 5 temporadas en 2 división A y actualmente lleva 8 temporadas en Tercera División tras un descenso administrativo que lo llevó a la cuarta categoría del fútbol español, consumando los peores años de su historia.
El fútbol moderno se ha convertido en el negocio de unos pocos y en el sufrimiento del resto. El dinero se ha impuesto en detrimento de los sentimientos de los aficionados que ven como sus clubes se mueren sin poder hacer nada mientras lo que copa las televisiones es ver en bucle la chilena de Cristiano Ronaldo o el nuevo gol de falta de Messi. El fútbol es otra historia que, desgraciadamente no han conocido. El fútbol es barro, el fútbol es una tarde de domingo de transistores y el olor a puro del señor de al lado.
Pero el fútbol ha perdido esa pureza, ese sentimiento de pertenencia y cercanía que convirtió este deporte en el más seguido y practicado del mundo . En el C.D Castellón puede que, a pesar de estar en Tercera División estemos disfrutando del fútbol y de todos sus valores iniciales como ya hicieron nuestros abuelos. Puede que a pesar de todo, estemos viviendo el fútbol de verdad y puede que ir cada domingo a Castalia sea, verdaderamente, un viaje al pasado. Pero esto, como siempre, es sólo una opinión.
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