El C.D Castellón consigue sentar las bases de un proyecto de futuro
Iván Higueras. Castellón
Hace tan sólo un año, el C.D Castellón estaba al borde de la desaparición. En el playoff de ascenso a Segunda División B, la afición acudió en masa para alentar al equipo de su ciudad. Finalmente, la historia de otros años se repitió: el Castellón cayó en la segunda ronda y todos pensaban que era el fin. No obstante, la llegada de un grupo inversor encabezado por Vicente Montesinos, Pablo Hernández y Ángel Dealbert cambió una situación deportiva y social que parecía condenada a seguir el mismo destino que la U.D Salamanca.
El 18 de julio de 2011, tras pasar un año en Segunda División B, el C.D Castellón bajaba a Tercera División por deudas con ex jugadores de hasta 350 000 €. Este descenso supuso la primera participación del club en Tercera División bajo el formato actual. Durante los últimos años en Tercera, la pérdida de notoriedad en los medios ha sido muy significativa y todo sumado provocó el abandono de patrocinadores. Además, el cierre de Canal Nou el 29 de noviembre de 2013, supuso más si cabe una menor repercusión en la esfera provincial y nacional. Aquí es donde entra en juego el importante papel de aficionados y periodistas albinegros como son, Jose Luis Gual o Alejandro Moll, entre otros.
Rafael Escrig, periodista y youtuber castellonense, comenzó a retransmitir los partidos del Castellón en su primera temporada en Tercera División con tan solo 17 años acompañado de Jorge Sastriques y Sergio Vizuete. Estando todavía en Bachillerato, Escrig contó a la sociedad castellonense la inestabilidad deportiva con dos presidentes como Jesús Jiménez y Fernando Miralles, las repetidas huelgas y manifestaciones y una más que posible desaparición del club: «Era una gran responsabilidad, yo todavía iba al instituto y me tocó contar cosas que no me correspondían con la edad que tenía, pero es que nadie hablaba del Castellón». Además, Rafael Escrig afirma que habría sido horrible cortar de raíz las retransmisiones de los partidos del Castellón y habría sido una aproximación más a una posible desaparición del club.
Sin embargo, Jose Luis Gual afirma: «Después de todo lo que ha pasado cualquier club habría desaparecido y este no, supongo que habremos aportado nuestro granito de arena pero la afición del Castellón tiene mucha fuerza». A día de hoy, la situación es bien distinta. El C.D Castellón sigue en Tercera División, pero con un proyecto deportivo estable y una inyección de más de un millón de euros. Además, el club ha batido el récord de abonados en Tercera División con más de 12 800 socios. En Tercera División, ser club histórico y con una gran afición no es suficiente para ganar notoriedad.
Para ello, también es muy importante el marketing empleado por la nueva directiva y, concretamente, por Pepe Mascarell. Gual afirma que «si todo el club fuese como el departamento de marketing estaríamos jugando la Champions League». Gracias a campañas llamativas como hacer socio de honor al Rey Felipe VI o entregar los abonos del récord a Vicente del Bosque o Juan Bautista Planelles, el club ha aparecido en los medios de comunicación nacionales. Sin embargo, el Castellón ya ha aparecido años atrás de forma esporádica gracias al trabajo de un albinegro como Alejandro Moll y su familia, quienes han seguido al Castellón por todos los campos de Tercera y grabando los partidos para luego ofrecer los resúmenes en su canal de YouTube Moll TV.
En más de una ocasión, programas de repercusión nacional como Jugones de La Sexta han utilizado las imágenes de su canal para hablar del C.D Castellón. La labor de aficionados como Alejandro Moll ha permitido que las nuevas generaciones que apenas recuerdan al Castellón más allá de Tercera, desarrollen una pasión por el club de su ciudad y que la sociedad castellonense no se haya desconectado en ningún momento del equipo. Jose Luis Gual confiesa: «Yo no he aportado tanto como Alejandro Moll porque al final estoy haciendo mi trabajo, y creo que aficionados como Alejandro, al que le tengo un gran cariño, si les quitas el Castellón no sé qué les pasaría».
En las últimas temporadas, el C.D Castellón ha ido sumando gente poco a poco, pero este año ha ocurrido lo que otros años no pasaba: tener a 7000 u 8000 espectadores en cada partido de liga regular. Antes, la hazaña parecía alcanzable solo para un partido de playoff, pero ahora ocurre cada fin de semana en Castalia y el partido del Orihuela promete ser una fiesta del fútbol. Además, no solo se está conectando al equipo la sociedad castellonense, sino que gente de fuera está conociendo su historia. Rafael Escrig ya ha dedicado varios vídeos al club, teniendo un gran número de visualizaciones de gente de países de América Latina: «Es una gozada hacer lo que más te gusta, que sea sobre el Castellón y que gente de todo el mundo incluso te diga que gracias a ti van a seguir a partir de ahora al Castellón».
La temporada 2017/2018, a la espera de un posible ascenso, será recordada como el inicio de la estabilidad deportiva en el C.D Castellón. La nueva directiva y José Miguel Garrido, con la aportación de más de un millón de euros, han jugado un papel clave. No obstante, el C.D Castellón tiene algo imprescindible en el fútbol y es una afición fiel y entregada, que con el tiempo se ha convertido en el activo más importante del club. La labor de personas como Jose Luis Gual, Rafael Escrig o Alejandro Moll ha facilitado mantener viva la llama del sentimiento orellut y que las nuevas generaciones conozcan como resurge el C.D Castellón. La afición es la esencial del fútbol y es que como decía Eduardo Galeano, «jugar sin hinchada es como bailar sin música».
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